¿Qué es querer?

Le he preguntado martilleándole los oídos en infinidad de viajes de metro de vuelta a casa. ¿Qué es querer? ¿Qué es amor? ¡Que pregunta tan grandilocuente para estas pequeñas anotaciones! Amor es que alguien te acompañe al aeropuerto para recoger el abrigo de plumas que llevas puesto en el invierno de Madrid porque a donde viajas hay treinta grados de temperatura. Y las plumas allí no son útiles excepto en abanico contra el calor. Viene y se lo lleva de vuelta a la ciudad de modo que no tengas que arrastrar con el abrigo por todo el calor y tampoco … Continúa leyendo ¿Qué es querer?

Pero ¿qué haces?

Si. Pero ¿Qué haces? ¿Intentas la crónica de un viaje y comienzas así? ¿Las cosas son como son, titulas y escribes sobre un váter? ¿Otro continente, otra cultura, otro país para empezar hablando del sitio donde acomodar las posaderas? Si. Nada más universal, pero, viajera… quizá resulta algo transgresor. No sé si los uruguayos, de leer esta crónica, iban a estar conformes con este punto de partida. Así que, de manera más ortodoxa, recomencemos. El aeropuerto está quieto y tranquilo. Es de noche y los pocos viajeros de esta terminal U hablan en susurros. Tengo un par de horas por … Continúa leyendo Pero ¿qué haces?

Las cosas son como son

No. Las cosas son como son… o no. La mayoría de las veces, las cosas parece que solo pueden ser de una manera. Y damos por hecho que así será siempre. Aprendemos la inmovilidad y aprendemos una única visión de las cosas, circunstancias o hechos. Leemos unidireccionalmente. Quizá sea cuestión de tiempo, de llegar rápido. Mirar, juzgar, creer y ya. Una idea. Una forma de hacer. Pero el váter de una casa del país al que viajo, está ahí para decirme que no. Primero uno y luego otro y otro y otro. Lo que en principio creo peculiaridad de un dueño, compruebo es una forma de … Continúa leyendo Las cosas son como son

La maleta

Es difícil repasar, mientras intento adivinar si lo que me pica en la escasa parte de cuerpo que llevo al descubierto -los ojos y el nacimiento de la nariz-, es un copito de nieve o una gota de lluvia muy fría, si he metido en el neceser de viaje la crema solar. De cero a treinta grados es todo un cambio de mentalidad. Y de ropas. Atuendo, calzados… La crema protectora de sol, el fuerte repelente de insectos que aún me queda de mi viaje a Guinea, las deportivas que dejan los dedos al aire, las chanclas de goma para el … Continúa leyendo La maleta

Las noches de antes

Por las noches estoy inquieta. Solo quedan unas cuantas jornadas de acabar el día en mi cama: familiar, con las almohadas al tamaño deseado, dos de base, dos almohadones cuadrados grandes de apoyo para por ejemplo ver la tele, escribir o leer; el cojín pequeño para amoldar mejor la nuca… la sábana bajera, lisa en su formato de ajuste y el edredón de relleno de plumas de oca, naturales, con un bordado y en un tono más oscuro que las cortinas. Por la cortina ligeramente apartada cada noche con una pinza sobre un rincón de la ventana para poder ver … Continúa leyendo Las noches de antes

Del frío al sol

Cuando salgo a caminar a primera hora de la mañana, o mejor a última de la noche, porque aún está oscuro, y siento el frío a través de los pantalones elásticos, abrigada con gorro, guantes, camiseta alpina y cazadora cortavientos, pienso que en unos días estaré intentando respirar en el calor del país a donde viajo. Y en mi caminata recuerdo la edad que tenía cuando hice mi primer viaje. La primera vez que salí del país tenía 33 años. Me sentía muy mayor para no haber traspasado nuestras fronteras, rodeada de una generación que había iniciado vacaciones juveniles en … Continúa leyendo Del frío al sol

Mamá, ¿por qué vas allí?

Nos apresuramos una tarde  por la acera del barrio de Madrid donde vivimos, camino del polideportivo para llegar puntuales a su hora de clase, cuando mi hija me pregunta: ¿Y por qué vas a allí, mamá? Arrastra de su bolsa de Hockey, con el palo como mástil asomando de una de las cremalleras,  el pelo recogido en coleta para practicar su deporte con un pañuelo en tonos malvas y morados muy chic en torno a las sienes, que hace juego con el color de mi bolsa, con todo lo necesario para la natación que llevo al hombro. ¿Allí? Si, ¿por … Continúa leyendo Mamá, ¿por qué vas allí?