«Un bello poema de la dura realidad femenina»

Memoria de mujer… Es Otra Historia «Leonor y Diego Paqué sacan del inconsciente social el problema de la mujer, su abandono y sometimiento a la cultura patriarcal. Lo exponen con claridad y poesía, con delicadeza y rotundidad. Lo hacen envueltos en música y expresividad dramatizada. Todo un bello poema de la dura realidad femenina. Emociona, explora sentimientos y conmueve el interior. Consiguen mucha belleza cargada de realidad. Lo volvería a ver. Ojalá se expusiera de forma más generalizada, usando escenarios más colectivos. Animo a verlo.» Marcos. Asistió a la conferencia Memoria de mujer… en Vallecas, Madrid.   Continúa leyendo «Un bello poema de la dura realidad femenina»

Dos mujeres sobre el linóleo

Está tendida en medio del pasillo, boca abajo. No hay signos de violencia ni ningún objeto fuera de su sitio. En mitad del largo pasillo entre la cocina y el salón, por donde entra la luz velada con las cortinas que mantiene libros y plantas y muebles en una quietud de pintura en un cuadro. Todo está como lo encuentra cuando va a casa de su amiga y tan placenteramente, se sienta en el sofá y comparten confidencias. Cada cosa permanece en su lugar, solo que sin el movimiento y la agitación que su amiga Ramona pone en traer vasos, … Continúa leyendo Dos mujeres sobre el linóleo

Imprudencia temeraria

Imprudencia temeraria pudiera ser una versión culta de estúpido riesgo. Expresión escuchada en cientos de informativos, qué hay de imprudencia en una plácida sobremesa de domingo y qué de temerario en un jardín ante la casa… En poco menos de una hora voy vestida con malla larga y jersey térmico de cuello alto sobre los que me prenden un chaleco salvavidas rojo. No es el mejor día, reconoce nuestro anfitrión en la mesa del porche donde celebramos con asado, viandas y licores, pero no sabe negarse ante el resto que le apremia para salir en kayak. Como alternativa propongo un … Continúa leyendo Imprudencia temeraria

Ya no

Quizá siempre había tenido miedo pero nunca había sido tan consciente. Se dijo que la edad debía de haberle vuelto más ignorante, porque le había abocado a una sabiduría engañosa: conocer las cosas en profundidad le provocaba el pavor. Se miró las manos y comprobó como la telilla que las cubría ya no era tan elástica ni tan firme y limpia de marcas. La primera vez que observó avisos de vejez en su cuerpo no fue en las manos, y eso que las tiene uno tan en frente, para abrir una puerta, al acariciar, cuando las pones bajo el grifo … Continúa leyendo Ya no