Aprendiendo a… que luchar, sostiene
De acuerdo. Seguiremos luchando. El humo en la boca deja un sabor amargo sucio. Por la noche, excitada, no podía dormir. Me sorprendí asustada, a ver si de nuevo iba a necesitar una dosis de nicotina, como entonces, en el pasado, en la sangre. Al caminar por la mañana me pregunté si deseaba llegar a casa a desayunar… y fumar. Un momento muy placentero del día el del café, las tostadas, la calma después del ejercicio, y el ordenador esperando en la mesa sobre el mar de árboles, ¿necesitaba más? Duele la cabeza. La inminente subida del precio del tabaco, … Continúa leyendo Aprendiendo a… que luchar, sostiene