Aprendiendo a… que luchar, sostiene

De acuerdo. Seguiremos luchando. El humo en la boca deja un sabor amargo sucio. Por la noche, excitada, no podía dormir. Me sorprendí asustada, a ver si de nuevo iba a necesitar una dosis de nicotina, como entonces, en el pasado, en la sangre. Al caminar por la mañana me pregunté si deseaba llegar a casa a desayunar…  y fumar. Un momento muy placentero del día el del café, las tostadas, la calma después del ejercicio, y el ordenador esperando en la mesa sobre el mar de árboles, ¿necesitaba más? Duele la cabeza. La inminente subida del precio del tabaco, … Continúa leyendo Aprendiendo a… que luchar, sostiene

Aprendiendo a…

Sobre el mar de árboles que vivo las copas verde rabioso se mecen plácidas, sin ira en esta brisa de la tarde. Ante mí, sin embargo, es la mano pequeña, de piel fina y blanca de mi amiga la que veo. Sostiene un cigarrillo que se consume despacio, el que enciende, se permite, al terminar el día. La amiga que cuando quiere, bebe, si no quiere, no lo hace, nunca come demasiado, y fuma un cigarrillo, placentero, alguna noche. Las copas irregulares algo calmadas reciben el último sol a mi espalda y dejan escuchar la voz de otra de mis … Continúa leyendo Aprendiendo a…