Esa vida que no es mía. Reseña MásLeer

Con una gran carga de erotismo, una buena ambientación y una prosa con mucha sensibilidad, la amistad y el amor se entrelazan para despertar nuestras pasiones entre el suspense y el deseo.  Esa vida que no es mía es uno de los ejemplos que demuestran que en la autoedición —en este caso nos encontramos con una obra que ha sido publicada con el sello Latiovisual Cultura, una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la gestión cultural— también nos encontramos con novelas que atrapan y enganchan. MásLeer No hace falta contar con una gran editorial detrás para llegar al lector. … Continúa leyendo Esa vida que no es mía. Reseña MásLeer

Cuando una editorial apuesta por tu novela

Buenas tardes, Leonor: Nos apena tu decisión de que no vayamos adelante con la publicación de la novela a través de nuestra editorial. Hubiéramos podido presentarla este próximo otoño. Si vais a optar por autopublicar con vuestra asociación cultural, como nos cuentas, tenemos un sello donde podemos haceros una buena propuesta. En cualquier caso, os deseamos todo lo mejor. El libro es muy bueno y seguro que os va a ir bien, aunque nos apene  que no sea con nosotros. Saludos cordiales. La novela Esa vida que no es mía ha sido publicada desde Latiovisual Cultura, la asociación creada junto … Continúa leyendo Cuando una editorial apuesta por tu novela

‘Me ha dolido el desenlace’

He terminado de leer la novela Esa vida que no es mía, de Leonor Paqué.   ¡Me ha encantado!   Es la novela de esta autora que más me ha gustado hasta ahora.   Enganchada desde el principio hasta el final y tan dentro de la historia que me ha dolido el desenlace.   ¡Es un placer leer a Leonor Paqué, siempre! Pide la novela en el mail latiovisual.prensa@gmail.com Continúa leyendo ‘Me ha dolido el desenlace’

La noche de junio que ella llegó

Había concluido la responsabilidad de madre durante aquél curso. Esa y otras arduas tareas, como ayudar a una mujer cuyo maltrecho cuerpo obligaba a hacer la cama de rodillas. Un año más de atención. Asistencia. Quizá una vida entera. Y tratar de comenzar una nueva novela. Escribir quince, doce, diecisiete páginas, largas horas de dedicación, para comprobar, al releerlas, que no era eso, que ninguno de aquellos inicios servía. Intentos reiterados, folios y folios me provocaban el más profundo rechazo y la absoluta certeza de que aquello, definitivamente, claramente, no era. No así. Ninguna fuerza en el arranque del nuevo … Continúa leyendo La noche de junio que ella llegó