Aprendiendo a…

Sobre el mar de árboles que vivo las copas verde rabioso se mecen plácidas, sin ira en esta brisa de la tarde. Ante mí, sin embargo, es la mano pequeña, de piel fina y blanca de mi amiga la que veo. Sostiene un cigarrillo que se consume despacio, el que enciende, se permite, al terminar el día. La amiga que cuando quiere, bebe, si no quiere, no lo hace, nunca come demasiado, y fuma un cigarrillo, placentero, alguna noche. Las copas irregulares algo calmadas reciben el último sol a mi espalda y dejan escuchar la voz de otra de mis … Continúa leyendo Aprendiendo a…