
El sexo de las Ángeles
Me llamo Ángeles, aunque me llaman Ángela. Me habría gustado tener un nombre algo más maléfico, que sonara como Daiavola o algo así, pero mis padres, bondadosos, debieron sentir que si un nombre determina, tenían claro la clase de hija que querían. Me dejaron marcada de por vida, como ahora, con cada año que se ha ido sumando a mi apariencia, constato en la blancura de mis canas. La noche de mi último cumpleaños a la una de la madrugada me mandaron la primera felicitación. El amante una década más joven, compacto y musculado, en exceso para mi gusto más … Continúa leyendo El sexo de las Ángeles