Aciertos que parecieron errores

Llamaron al timbre de la puerta y tardé un poco en llegar, y eso que eran apenas unos metros, pero con la barriga tan gorda, me movía malamente. Por la mirilla la imagen de un joven con chaqueta, corbata, repeinado, un vendedor, un viajante. Le abro y me cuenta su catálogo, ensayos, enciclopedias. No, gracias, cojo libros de la biblioteca pública, novelas, biografías, sigue desgranando el joven comercial haciendo su trabajo, me gusta ir a las librerías, argumento, no quiero comprar nada, prefiero ojear las estanterías y decidirme, biografías, diccionarios, continúa en uno de los más arduos oficios, el de puerta … Continúa leyendo Aciertos que parecieron errores

Viaje al nacimiento de la vida

Fotografía Zuhaitz Silva Cuántos aparatos. Parece un refugio hecho de instrumentos, cables, sujeciones,sábanas inmaculadas, almohadillas, frascos llenos, botes abiertos… ni una minúscula porción de espacio parece vacía allí dentro, cada cosa ocupa un lugar preciso. Y todo se desliza, en movimiento. Una sirena exterior ¿qué alerta? Ni en este instante puede dejar de mirar. Ve lucecitas que parpadean, toallas, papel, envases, cajas, mientras cuenta mentalmente. Poco, le da para contar menos cada vez. Entre quemadura y quemadura del vientre. Jorge su fue en busca de su madre, y ya no tuvo tiempo de esperarle, marca al teléfono y entre contracción … Continúa leyendo Viaje al nacimiento de la vida

No ni-ni No

El chico inclina la cabeza y un puñado de rastas se le desmoronan sobre el rostro. A horcajadas sobre el brazo del sofá, oculta que se le escapa una lágrima, que se desliza hasta terminar en el bigotillo mal afeitado y poco denso de su juventud primera.  Quiero aprender, quiero aprender, repite como para sí. Incrédulo. Desconcertado. Por primera vez desde sus precoces cuatro años sentado en un pupitre siente el deseo, anhelo, ansia, de que otros le traspasen su conocimiento. Educado en las mejores escuelas públicas de la ciudad antes de que cumpliera los diez supieron que no era maldad, malicia, perversidad, … Continúa leyendo No ni-ni No

Contacto

La abrazo, apartando la vergüenza inculcada, la abrazo como no lo he hecho nunca, el cálculo rápido de los muchos años que nos conocemos mientras le paso los brazos por la espalda y nos abrazamos, siento por primera vez su pecho, más pequeño, en mi pecho. También su espalda es más estrecha, abarcable, descubro que hay menos densidad entre sus huesos y su piel de lo que tiene la mía. Abrazo el cuerpo femenino y doliente mientras llora, y tiembla. Le digo que me mire, y le hablo, que me mire mientras repito no va a pasar. Y cuando se … Continúa leyendo Contacto