
Donde iré
Esta no es mi casa. La casa donde yo vivía estaba limpia, habitada de voces, tenía flores y gente que soñaba. Mi habitación permanece, pero sin alma, a pesar de mis recortes, que cuelgan en la pared, de su blancura pintada, de esas baldas y las estrellas luminosas pegadas al techo. No es mi habitación, porque en el interior de sus muebles, cuando abro cajones, no encuentro mis objetos queridos, emociones dentro de cajas bonitas, ni palabras asomando entre telas planchadas. Aunque juegue a llenarme la mente, segundos antes de abrirlos, sentimientos, luchas, pasiones, ideas, sueños, lápices, cartas, hojas blancas, … Continúa leyendo Donde iré